Yo escuchaba esta canción con un hombre llamado Luis. Es una historia larga, que no voy a contar ahora, pero lo cierto es que ese hombre creía que era mi padre. EScuchábamos a Clapton en silencio, en la casa de Luis, mientras sus perros (tenía tres) se echaban a dormir a nuestros pies y la mujer de Luis nos preparaba mate en la cocina.
Luis me contaba que Clapton compuso el tema para su hijito muerto, su hijito que murió a los cuatro años al caerse de una ventana...
Terrible.
Desde entonces, esta canción es para mí un instrumento extraño; la escucho no sé por qué, me atrae.
Hay una extraña belleza que nace del dolor hecho sonido. Del dolor y el asombro.
Qué es lo que hace Eric Clapton?
Me hipnotiza?
Me hipnotiza esa voz,
esa música suave,
su palabra?
No lo sé.
No lo sé.
Sólo sigo escuchando
más
y más.
lunes, octubre 08, 2007
TEARS IN HEAVEN
Por Pedro Kuy en 10:59:00 p. m.
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3 comentarios:
Tenemos esta canción en común. Qué pelota dejás picando con ese mini fragmento de tu historia tan bien retratado y tan breve. Ojalá algún dia la compartas, parece una historia digna de relato.
Y volviendo a la canción en común, Tears in heaven es de mis preferidas pero no para escuchar siempre. También es para mi un instrumento. Esta y la del Unicornio Azul de Silvio Rodriguez. Ambas tienen la misma historia detrás. Ambos autores perdieron a sus hijitos. Ambas destilan esa tristeza poética que tanto llena.
Aprendí a tocar esa canción a los diesciocho años, la edad justa para que las chicas entendieran que uno era sensible. Muchos años después entendí el significadod e la canción y ya no fue lo mismo. Ahora es un objeto agridulce, se me mezclan los recuerdos, los acordes, los pensamientos.
Excelentísima canción, excelentísima guitarra...
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