miércoles, junio 20, 2007

ALGO SOBRE LA RIMA

Un poco porque no puedo, en poesía, escribir otra cosa y otro poco porque me crié leyendo a los modernistas latinoamericanos y a los popes del siglo de oro español, siempre termino escribiendo un soneto o una maldita poesía rimada.
Ahora bien, gentes a quien respeto, amantes de la lectura, han poco menos que defenestrado esta mi afición, en ocasiones pletórica, de hallar cierta forma de belleza en el endecasílabo de Herrera y Ressig o en los poemas de Lope. Pero, qué puedo hacer. He llegado a la conclusión de que debo ser estúpido, sin duda, o loco.
Otro día, con más tiempo, me voy a extender más sobre este tema que para mí es central, como el ombligo.
I
Mi corazón sitiado,
cercado de sonido,
sepulcro del pasado
consumido,

de pronto se levanta
y entre la sombra labra
la música que canta
mi palabra

y mi palabra quiere
mostrarle la preciosa
canción que la zahiere
silenciosa

pero mi duda es mucha
con ese son que siente
pues ¿cómo es que se escucha
lo silente?

Inmerso en el problema
de mi canción, escribo
sufriendo su anatema
destructivo

y despiadadamente
deshago lo que digo
porque ese son silente
va conmigo

y vivo demorando
la siempre demorada
canción que irá cantando
mi mirada,

es esa mi utopía
humildemente amada:
que busque mi alma un día
la mirada

y que la gente sienta
mi corazón terrible
viendo una canción lenta
e inaudible

sobre mis pobres ojos,
brotando, reflejada,
rastreando los despojos
de la nada

del corazón, sitiado,
cercado de sonido,
sepulcro del pasado
consumido.

2 comentarios:

Hipotermia dijo...

a mí me gusta la musicalidad del endecasílabo, el soneto, siglo de oro, lope y no tanto los modernistas.
la rima te arrima al ritmo (oh! qué pasó!)
no leí todo, llegué hasta acá y acá comento.
tengo que estudiar tanto !!
por favor, no quisiera tener que hacer ese juego, me da fiaca, me da verguenza, me da, me da, la vida (cantaba un tal velez hace muchos años)
un placer los truenos, hermosa palabra

Pablo Seguí dijo...

Personalmente, escribo muchas veces versos medidos -aunque sin rima, casi siempre-; disfruto mucho haciéndolos y, además, es como una inercia. Es verdad: como vos, leí "demasiado" a los clásicos, españoles y los de, por ejemplo, el modernismo. No creo que tengas que hacer demasiado caso de las advertencias o retos que se te dirigen: uno escribe como puede, y se ha encariñado con sus herramientas, a veces construidas por uno mismo.

Adelante con el blog, y gracias por hacerlo.