Una noche sin vos, ni marihuana,
lejos de la ilusión de la mañana,
solo en la concurrencia del silencio
leyendo un poco a Horacio y a Terencio
(al primero, en verdad, más que al segundo)
hallé de nuevo, corazón, mi mundo.
Después necesité cerrar los ojos
(y vi globos estáticos y rojos)
y respirar, tal vez, como aquel día
en que probé palabras de poesía
una lejana vez. Estuve triste
como el primer momento en que me viste
y esa mi soledad otra vez era
la preciosa prisión de mi manera
de encontrar en la trama de lo escrito
una repercusión del infinito,
un disparo en la sien, esa poesía
de la que bebe y come el alma mía.
Me sucedió de pronto, esta semana,
una noche sin vos, ni marihuana.
lunes, agosto 20, 2007
UNA NOCHE SIN VOS, NI MARIHUANA
Por Pedro Kuy en 9:08:00 p. m.
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2 comentarios:
Hola, Pedro, ¿qué tal? Eran dísticos, en realidad, tus versos, y no, como mal recordaba en mi blog, versos blancos.
Es graciosa la aparición de la palabra "marihuana", junto a Horacio, por ejemplo, en tu poema.
Te mando un gran abrazo, y te sigo leyendo.
Qué bueno, Tamarit, que nos leamos.
Tu apreciación es cierta, aunque pienso que este poema no tiene méritos, salvo quizá en los dos últimos versos.
Paso por tus palabras cada tanto y siempre siento que son hospitalarias.
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